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Imagen: fotosergio
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Mientras escribo estas líneas, ya en la cama, los fuegos artificiales de las fiestas patronales se oyen a través de mi ventana. Y me recuerdan, una vez más, algo de lo que soy consciente desde la época en que fui camarera, algo que podríamos llamar Situaciones Opuestas. Esto es, mientras yo estoy trabajando, el de enfrente se está divirtiendo; en la casa de al lado celebran una fiesta cuando tú intentas dormir; alguien recibe una nueva vida a escasos metros de quien llora una pérdida...
Y así, podríamos citar miles de ejemplos... Seguro que a ti se te ocurre más de uno. Pues bien, desde que soy madre (y más desde que leo blogs) percibo muchos casos de Situaciones Opuestas. Los más destacables son los siguientes:
1. Para mí, la lactancia fue fácil y placentera desde el primer momento, pero soy consciente de que hay madres que sufren y lo pasan mal hasta que la establecen (algunas, de hecho, no lo consiguen).
2. En nuestra cama dormimos tres desde que nació mi hija, mientras hay familias que prefieren dormir separados (aunque si dependiera del bebé...).
3. El porteo para nosotros es, desde el primer día, una experiencia maravillosa, cómoda y útil, aunque hay quien usa el carrito de manera habitual.
4. Nosotros creemos en el apego como forma natural de crianza, cuando otros creen que sus bebés deben ser independientes cuanto antes.
5. Muchos separan a los niños del mundo de los adultos y, sin embargo, nosotros no entendemos nuestro mundo separado de nuestra niña.
Cada día está lleno de Situaciones Opuestas. Y, del mismo modo que el camarero sonríe a quien está al otro lado de la barra, cada circunstancia particular, aún siendo contraria a tu opinión, es completamente respetable (siempre que no viole ningún derecho fundamental, claro).
Y tú, ¿qué Situaciones Opuestas te encuentras en tu día a día?
Yo creo que pensar en el apego, no significa que no quieras que tu bebé sea independiente cuanto antes. De la misma manera, desear que tu bebé sea independiente cuanto antes, no significa crear sin apego :)
ResponderEliminarYo, al final, hago una mezcla: colecho parte de la noche, porteo cuando a Monstruita le apetece, y si no, al carro.
Y mi lactancia fue complicada al principio, pero se arregló con un bisturí y, desde entonces, sin problema :)
En la mitad está la virtud, desde luego, y combinar según nos apetece, nos es más cómodo o nos conviene en cada momento es fantástico. Y como no todo es Blanco o Negro, si no que hay millones de matices y familias distintas, cada una actúa como le parece ;)
Eliminar¡Es genial saber que pudiste superar las dificultades con la lactancia! :) ¡Enhorabuena!
En cuanto a la independencia, me refería más bien a querer que un bebé (dependiente por su condición de cría humana que nace aún inmadura) sea autónomo en aspectos madurativos, como el sueño, por poner un ejemplo. Claro que yo quiero que llegue a ser independiente, pero cuando esté preparado para ello, no por comodidad mía exclusivamente.
Un saludo y gracias por tu aportación!